martes, 8 de mayo de 2018

EL TERRIBLE NIÑO ÑO




Justo en el momento en el que mis Galletitas llegaron a la adultez, cuando empezaba  trabajar en el concepto de “soltar y dejar ir” mi estrecha relación sostenida con las historias de duendes y caricaturas, cuando me desprendía de mi vínculo sadomasoquista con el Maldito Panzón Vestido de Rojo y los tres farsantes Magos; hace su entrada triunfal en mi vida: el Terrible Niño “ÑO”.
Pero, ¿Porque Jorge Emilio, mi tormentito de casi dos años, es el Terrible Niño “Ño”? Porque además de las palabras: “¿mamá?”, “¿papá?” (Si, así, en pregunta) su amplio vocabulario abarca todos los tonos de negación “Ñoo” simple y suave. “Ño,ño,ño” reiterativo. “Ño” con apoyo de sus deditos en señal de “Ño”. “Ñooo” acompañado de movimiento de cabeza. “Ño”, “Ño”, “Ño”. Con la vastedad de experiencia que me proporcionaron mis hijas en su infancia, tranquilicé a los afligidos padres “No, el niño no es mudo… solo es que no requiere hablar, porque se le cumplen sus necesidades mucho antes de que él sepa que las necesita”.
Según la psicología infantil, tendríamos que dejar de anticiparnos a sus requerimientos, esperar hasta que pida “agua” (¿aunque ya esté deshidratado y lleve dos horas con su vasito en la mano y mirándonos con cara de reproche?). ¡Ja!... con “ÑO” la cosa no es tan fácil como sentarse a esperar que se decida a hablar.
Emi me toma de la mano y me lleva apurado a la sala, con una mano me señala el asiento del sillón y con la otra la tele… es obvio qué quiere, pero, enfundada en Jean Piaget intento estimularlo a hablar ¿Qué quieres? Pregunto lentamente y Emi corre por el control remoto de la tele… “Dilo, teeeee leeee”, en su mirada puedo leer el desprecio. “teeeeleeeee… ¿ñooo me lo vas a decir?, ¿ño? Ok, veamos Netflix”, Emi aplaude y estoy segura que piensa “¡¡¡Vaya!!! Hasta que lo entendió, ¿Por qué será tan lenta mi tía?”.
La batalla apenas empieza, ¿Quieres Toy Story?, Ño, Grrroaaarrrr… ¡Madagascar!, Ñoo, grroooaarg… ¿El Rey león? “ñooo” (con dedito incluido), ya sé ¡Tarzán! (ese tampoco habla). El “Ñoooo” de Emi se vuelve intenso y abarca cabeza y dedito. Ahí van desfilando: Supermonstruos, La casa de Mickey, Spirit, Monster Inc, Un Jefe en pañales, hasta me atreví a proponerle Frozen… la respuesta es la misma “Ñooooooo…. Grooarrgg”. El “grroooaaagggg” de Emi incluye, ya, brinquito y posición de manitos en ataque.
El Concilio Familiar sesiona: …  ¿Ya probaste con Nemo?, ¡Nemo no gruñe!, pues Frozen tampoco. No será que quiere Kung- Fu Panda?, ¿o Masha y el oso? (se saben la respuesta, ¿verá?)….. “Ññoooooo, grrooaaargg”… intentamos adivinar “ a ver Emi, ¿Cuántas palabras?, ¿tiene preposición?, artículo la, el, los….” Emi nos mira con desaprobación. ¿Jugamos a la pelota?… ñoooooo… ¿Y si  vamos al patio y te muestro las plantitas de abuelita? … ÑOOOOO…
La carita de “ÑO” (si existe un personaje que se llama Bu, ¿por qué Emi no habría de ser Ño?) repito: la carita de Ño se ilumina, corre a buscar el arácnido/mochilón que lleva a la guardería. Me lo avienta y señala al Spiderman que, mudo, me observa. Ahhhhh! ¿Quieres ver Spiderman!!!?. Asiente con la cabeza. Por ahí hubieses empezado. Qué bueno que Peter Parker trae puesta la máscara, no soportaría su mirada despreciativa.
Que comience el desfile de los futuros Ñooooo… El hombre araña 2 : Ñooo. Ultimate  Spiderman: ñooooo. Marvel Súper Héroes: ¡ÑOOOOOO!... Los ojitos de esta Tiocha lagriman y al Terrible Niño Ño ya se le atascó la cinta…. Ño, ño, ño, ño. De pronto Emi empieza a aplaudir y a brincar y de nuevo se convoca al Concilio Familiar “Ahí afuera está el gordito panadero, lo que Emi quiere es una camelia” sentencia la que instauró en su lejana infancia el lenguaje “Lariseño”. “¿Quieres un pan, Emi? No me vayas a decir que Ño, por tu sacrosanta mamá ÑO”. Y ahí vienen la Tiocha y Ño, reabastecidos con camelias, reagrupando fuerzas para continuar el monologo pendiente… ¿Me prestas tus cuentos de Mickey? Ñooo… ¿jugamos con tu Buzz? Ñooo.
P.D. Mamá Ño me acaba de anunciar que en la Guardería notificaron que Emi debe dejar el pañal y hay que apoyarlo para que aprenda a avisar que va al baño, “¿Podrá su tia/madrina ayudarme?” …..¡¡¡¡ÑOOOOOOOOOO!!!!