A la
Sombra del Chechén
María Eugenia Matú.
“¿Qué
más quiere la rana?... que la metan al agua” reza des-conocido refrán y ustedes
me van a contestar: “¿Y eso, queeee??”. Pues nada, que así merito se me andan
tooodos los que se sienten con alguna “posibilidad” de llegar a ocupar
cualquier puesto político (por muy piojo que este sea).
En
las últimas semanas, la lucha por salir en las noticias ha hecho que diputados
locales, federales, senadores, suspirantes, auto-destapados yyyy destapados
colectivos, busquen los reflectores, y con atrevida sonrisota, extiendan la
mano y se tomen la foto. Los del ala
moderada posarán lo mismo con jóvenes, viejitos que con vecinos de colonias
populares y líderes morales. Los más trending han enfocado su mirada hacia las gordas
que hacen zumba en el malecón (dicho lo anterior, ya imagino a todos los “candidatos”
tronándose los dedos tratando de adivinar quien tuvo esa grandiosisima idea:
enfundarse en mono “chorcito” de licra mandar a hacer playeras con la leyenda “Zúmbale
“Perengarito”, estamos contigo” y recorrer todo el malecón a ritmo de “… a ella
le gusta la gasolina, dale más gasolina…” ¡tranquilos! Serenos morenos, quietos
prietos. Es mera especulación).
Los
hay que sueltan lana por aquí, lana por allá. Se convierten en padrinos de
bolo, de vestido de quince años, de pastel de bodas, de graduación de jardín de
niños, de primaria, secundaria…, de “jezmek”, de “cuxpash” así, hasta el
infinito y más allá. Los hay que se inmolan, se convierten en mártires, súper
héroes, personajes de caricatura, se dan baños de pueblo en Playa Bonita,
pintan aceras, ayudan a las mamitas del mercado con su venta de marañón (¡quiiietos!...
esta es oooooootra idea que también puede ser trending). Pero de propuestas
serias, de proyectos viables, planeaciones o ideas de qué harían ellos, si
fueran ellos los que llegan a la silla … ¡¡nada!!.
Todo
se les va en acusar, denostar, bulear, humillar, exhibir al contrincante. Qué bonito
sería abrir las redes sociales y ver propuestas de verdad, planteamientos y
proyectos que plasmen cómo sacar a nuestro municipio, estado, ¡al país! Pa’lante.
Qué hermoso sería saber que los suspirantes a Diputados se colocan la verdadera
camiseta y hablan de modificar las estúpidas leyes que hoy protegen a los malandros, a los
mentecatos ladrones. Chulada de maíz prieto que buscaran el beneficio colectivo
en cuanto a tantas carencias y problemáticas.
Peeeeeero
no, se la viven arengando a sus huestes (y hablo de todos, sin importar de qué
bando y color son) atacándose, ofendiendo, insultando. Y ahí van toooodos:
jóvenes, adultos, mujeres, hombres, siguiendo el juego de los candidatos. Se olvidan
que después del 1 de julio seguirán viendo al vecino, al compañero de trabajo,
al contacto de feis, al pariente “indeseable” porque le va al candidato
contrario. ¿Para qué tanto brinco, estando el suelo tan parejo?, ¿Desgarrarse
las vestiduras por un candidato?, ¿Enemistarse con alguien por un hueso que ni
siquiera es suyo?. El apasionamiento, el fanatismo, la obcecación, la ceguera… generan intransigencia,
intolerancia, exacerban los sentidos. Y con ese panorama no llegará el país,
nuestro estado, ¡la colonia en que vivimos! A ningún pinche lado.